viernes, 20 de noviembre de 2009

Otro viernes y todo igual


Ni adelante ni atrás, pero tampoco en medio, más bien todo lo contrario. Lo que estaba avanzando vuelve a un estado previo y lo que no avanzaba se difumina. ¿Qué hacemos? ¿Mirarnos el ombligo? Está ya muy visto, no aporta. Pero si miramos por la ventana solo encontramos que "La fuga de Logan" fue mucho más visionario de lo que en su momento pensaron. Quiero ser Logan.

Para más enjundia aparecen los gafes, por todos los lados, y los tristes, no sé que es peor. El absurdo nos domina y la "blandura" se convierte en dogma vital. Todos se rinden porque no hay nada que hacer. El único planteamiento es no salir en la foto, o lo que es lo mismo, ser políticamente correcto y como mucho pasar al lloro y a la perpetua queja plañidera. Quiero ser Logan.

Cuando las cosas no se hacen, todo el mundo calla (y chismorrea sin levantar mucho la voz). Cuando se hacen a nadie le parecen correctas (aunque tampoco hayan aportado ninguna solución). El que tiene que hacer está de vacaciones o missing, el que tiene que presionar solo critica que no se hace, pero no tiene lo que hay que tener para definir una postura (eso tiene un nombre algo más políticamente incorrecto que "blandura"). El desanimo, lo descortés y la frustración imperan, y por tanto las continuas estupideces están a la orden del día. ¿Alguien conoce un club de optimistas? ¿Alguien conoce un club del sentido común?. Sigo queriendo ser Logan.

viernes, 6 de noviembre de 2009

.... y si creo un blog????


Extimismo: Impresionante término que descubrí gracias a Idamor Fernández, creativo y artista, y a su eterna originalidad. No sé si surgió de su propia inventiva o si lo encontró por alguno de los sorprendentes sitios por los que suele navegar.

El "palabro" me ha perseguido desde entonces, es la mejor definición del sentimiento que para muchos de nosotros provoca la comunicación social en la red. Hay quien es muy extrovertido, quien es muy sociable, quien necesita expresarse, e incluso hasta quien necesita venderse.... pero creo que la mayoría sufrimos de forma permanente no sé si la espada de Damocles o la esquizofrenia de enfrentarnos a esta necesidad (que no es, o ¿si lo es?) de comunicarnos con nuestros ajenos, de contar, de escuchar (leer), de desahogarnos, de transmitir, de lo que sea.

Para los que nos dedicamos a cualquier ámbito directamente relacionado con la Tecnología, este medio ha sido sencillo, y era una excelente herramienta de investigación y comunicación, pero se ha dado un paso que altera las reglas del juego a las que estabamos acostumbrados: nuestra comunicación ha pasado a ser abierta. Este pequeño gran matiz nos "disrupta" (no encuentro un término más sonoro en ibérico) porque perdemos el control de nuestra comunicación, no porque no sepamos lo que escribimos, que lo sabemos, sino porque no sabemos no solo quien lo puede leer, sino lo que es peor y lo que en el fondo nos crea más incertidumbres, quien y como lo va a interpretar, cuando lo que transmitimos está desnudo, y no le acompaña nuestra presencia, nuestros gestos, nuestra modulación, incluso nuestra vestimenta.

El concepto latino (mediterráneo) del pudor es radicalmente opuesto al anglosajón, pero al final ellos son los promotores de este canal, y aunque no tenemos ninguna obligación de seguir sus tendencias, en el fondo no dejamos de tener la misma necesidad. Que sea un problema educativo o genético es intrascendente porque en este momento no va a alterar el sentimiento, el problema es que debemos enfrentarnos a la situación. Y aquí vuelve a aparecer el extimismo, y la interpretación que cada uno podamos dar al término. Es la introversión del ocultismo que la red nos aporta frente a la extroversión que nuestra naturaleza nos impone, es mantener nuestra intimidad mientras mostramos algo de nosotros, con la facilidad que supone caer en la tentación de romper las fronteras que, cada día y en función de nuestro estado de ánimo, nos marcamos.

Quien lea esta reflexión (por llamarlo de alguna forma) lo interpretará condicionado por otros factores que desde este medio no se pueden alterar. Si es un amigo, estará poniendome cara, voz y gestos, y podrá entender porque lo hago. Si es alguien con quien pueda mantener una relación mucho más distante, la interpretación será mucho más variada, pero al menos me ubicará y estará precondicionado (para bien o para mal o para indeterminado). Si es alguien que no me conoce y aterriza aquí por casualidad, ya las interpretaciones .....

Y en realidad a todos nos importa lo que lo demas puedan pensar sobre nosotros, en mayor o menor grado, pero nos importa. Y de aquí viene esa dicotomía "hamletiana" que es "crear o no crear un blog: that's the question" hasta que llega un momento que piensas .... y si creo un blog????
 
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